POLÍTICA O HECHICERÍA

El que adquiere deudas embota el filo de su economía, le decía Polonio a su hijo en Hamlet. Pero ha llovido mucho desde entonces y la Tierra ya no parece la misma. En aquel delicado trance en que España pasó un año sin gobierno, los movimientos de Sánchez fueron extraños por demás. Como también lo fue su periplo posterior y el resurgir de sus cenizas fortalecido. Según ese extraño estilo suyo, ahora saca de la chistera unos Presupuestos manirrotos que según el van a ser la repanocha. Y lleva trazas de que así sea porque desde Bruselas le han dado sólo un tirón de orejas pero no lo han puesto de rodillas ni cara a la pared. Desde luego, nada que ver con las amenazas apocalípticas que llovieron sobre Rajoy en vísperas de que sus ímprobos esfuerzos por sacar adelante unos Presupuestos equilibrados fueran mandados a la letrina junto con sus más de 40 años de servicio público. Y para colmo, el chico Sánchez se muestra respondón y les explica a sus mentores que sus cuentas son el mayor esfue...