Entradas

Mostrando entradas de julio, 2022

LA COMISARÍA DE AVELLANEDA

Imagen
¡¡SE HACE SABEEER...!! En mi temprana juventud, en Oviedo, leí La vida exagerada de Martín Romaña , del peruano Alfredo Bryce Echenique. Me cayó bien aquel personaje al que tantas cosas le pasaban y con quien me sentía bastante identificado. Y en esa buena sintonía, avanzada la lectura del libro, gocé mucho al descubrir que Martín, el protagonista, visitaba mi ciudad para vivir también allí historias increíbles. No sospechaba yo entonces que a la vuelta de los años me tocaría a mí narrar mi propia vida exagerada.  Acudí por primera vez a la Comisaría de Toledo con el fin de poner una denuncia por acoso laboral contra mis superiores. Fue el miércoles 26 de junio de 2013, a las nueve de la noche. Me pidieron que esperara a la puerta de un cuartito, junto a otras dos personas.  Después de un buen rato seguíamos como al principio. Por fin salió alguien y quedamos aguardando a que llamaran al siguiente, pero transcurridos varios minutos nadie nos invitaba a entrar. En buena lógica, la atenc

HOY CUMPLO 24

Imagen
¡¡Estáis todos invitados al banquete de mis bodas con el Señor!! La razón por la que en cuanto volví de Asturias me detuvieron y me llevaron a la Comisaría no la diré por ahora. El caso es que me negaron el habrás  sido la de corpus, me quitaron ciertas pertenencias, me ficharon y me metieron entre rejas.  La estrategia del 'malo' siempre se basa en el miedo. De haberme detenido el viernes, como había sido su intención, muy probablemente me hubiera pasado todo el fin de semana en los calabozos de la Policía, pero Dios no se lo permitió. En vez de eso, entré de lunes por la mañana y salí después de comer; justo a tiempo para ir a buscar a mi niña al colegio como de costumbre.  Lo de la comida merece un comentario aparte. Creo que era un punto importante dentro de su plan diabólico de asustar a la víctima. A su hora, me preguntaron si quería comer y dije que sí. Sabemos que hoy en día los reclusos reciben un buen trato en general y aunque yo no estaba nada seguro de que me fueran