GOTAS DE LLUVIA (1)

Sólo es rico el que cuenta con Dios.

¿Quién da la riqueza y la pobreza? Pensábamos que el que algo quiere algo le cuesta y estamos viendo que ni siquiera nuestros esfuerzos nos garantizan el bienestar, que hay algo más fuera de nuestro alcance, llamémoslo La fortuna, la Vida, etc., que tiene la última palabra. Y esto a nivel individual y colectivo.
La sabiduría humana, acumulada en los siglos, ha elaborado consejos o lecciones respecto a este tema que, en resumen, afirman que es mejor no ansiar fortunas sino contentarse con lo que uno buenamente pueda conseguir. Ni riquezas ni pobrezas, dame, Señor, lo necesario para vivir.
San Pablo, que vivió holgadamente cuando disfrutaba de una posición social privilegiada, nos dice al respecto que, después de conocer personalmente a Cristo, todo lo anterior le parecía basura. Y cuando ya estaba curtido en dolores y desgracias (no ha habido otro santo que tantas penurias pasara como él) manifestaba haber aprendido a vivir en abundancia y en necesidad, en riqueza y en pobreza. 
Ese conocimiento del que hablaba consistía en subordinar lo material al bien supremo que aspiraba a alcanzar en su día postrero, viviendo en función de su misión de evangelizar y no en función de las dinámicas que el dinero per se pudiera sugerirle.
Esta reflexión, ahora que muchos conciudadanos están padeciendo el engaño del "creer tener" resulta dolorosa; pero también necesaria. La riqueza es muy seductora y sin darnos cuenta nos va llevando al retortero de la esclavitud, "de celada en celada" o, en un lenguaje más actual, "de velada en velada". Por eso conviene recordar que "los placeres y dulzores de esta vida" son un bien efímero y no vale la pena perder la vida por ellos.
Hace tiempo que vengo oyendo buenas noticias económicas para Toledo: Repunte vertiginoso del turismo; aniversarios glamurosos; éxitos gastronómicos internacionales; ecos mediáticos; idas y venidas...
Confío en que este pueblo, antiguo y sabio, no se deje arrastrar por los engañosos brillos de la fortuna, y recuerde que, siempre, tras las vacas gordas vienen las flacas, y que, como hicieron nuestros antepasados y como nos enseña la hormiga, conviene guardar en el verano para pasar sin necesidad el invierno. En el que por cierto nos examinarán del Amor.
Un cordial saludo.

Comentarios

  1. Muchas gracias por su comentario en mi blog El ocaso de Occidente. Sus palabras me han causado gran alegría. He comenzado a leer los artículos publicados en el suyo, y ya compruebo que están impregnados del espíritu del Evangelio, el mismo que yo trato de comunicar con los míos.
    Permanecemos en contacto. Ya conoce mi correo : josemigueltenreiro@gmail.com
    Le envío un saludo muy cordial desde La Coruña, España.

    José Miguel Tenreiro

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