EL BUENO, EL FEO Y EL MALO

Dios los cría, el diablo los separa...

Hace nueve meses, nueve, escribí el artículo que ahora reedito. En el tiempo de un embarazo estamos otra vez en la enojosa situación de los medios liándola. Con los avales (que son puro truco) han rehabilitado al tahur Sánchez, y ya está la tamborrada en marcha. ¡¡Españoles: Estábamos al borde del abismo y hemos dado un paso al frente!! Que Dios nos pille confesados y que los que puedan coger el fusil de la paciencia y el escudo de la verdad vayan desempolvándolos. [Actualización del 5 de mayo de 2017]

Los protagonistas de esta película son nuestros representantes políticos que, más o menos ambiciosos e ignorantes de lo que hacen, llevan dieciocho meses dando vueltas a sus cosas mientras las gentes sencillas se debaten en la angustia y enloquecen. 
El final de la película es el final de España, el de un modelo de vida que ha dado al mundo muchos frutos gloriosos.

[Primero entra Sánchez en la Moncloa para hablar con Rajoy y al día siguiente Rivera.]
"¡NO!, que pacte con las derechas", fue la abrumadora sentencia del líder socialista.
Un no con mayúsculas, contundente, indignado. Un no que transmite una determinada determinación de no colaborar con un proyecto vil.
Pero ¿qué ofende tanto a Sánchez? Que lo diga quien lo sepa.
Su predecesor, Zapatero, dejó al país en boxes y el equipo de Rajoy lo puso de nuevo en carrera. Misteriosamente, en vísperas de las elecciones autonómicas, los hados se confabularon contra el presidente, sacando a la luz incontables corrupciones del PP, y le colgaron el San Benito de líder de los corruptos. Le atizaron como a un fantoche de feria y hasta los suyos dejaron de apoyarle. Si no hubiera ganado las elecciones hubiera tenido que retirarse a su 'humilde oficio de Registrador de la Propiedad'. Pero no, contra pronóstico, una España sobria y sufrida le dio su respaldo y volvió a dárselo tras la segunda oleada de ataques al Presidente.
Entre pitos y flautas, el carro del país lleva trabado más de año y medio y la población empieza a sufrir de descomposición por el hartazgo de arrogancias de sus popes (políticos y periodistas).
En esta delicada coyuntura Sánchez sigue empecinado en bloquear la gobernabilidad, ignorando la prudencia y desoyendo incluso a las voces más señeras de su propio partido.
Pero si González & Cia ya no mandan en el PSOE ¿de dónde saca el Sr. Sánchez el apoyo moral para esa demostración de fuerza? No es un gestor público veterano con una visión a largo plazo; no es un brillante intelectual con una teoría socio-económica potente; no es un sindicalista de clase en pie de guerra... entonces ¿qué pasa? ¿se ha vuelto loco y quiere suicidarse políticamente? ¿por qué no dialoga? ¿a qué intereses responde su conducta?
Lo más probable es que tenga un as bajo la manga. Sus palabras fueron: "¡No!, que pacte con las derechas", "con las derechas", "...las derechas". ¿Sabe alguien qué son las derechas
Tengo entendido que había algo así cuando estalló la guerra civil española, una serie de grupos unidos en una confederación llamada la Ceda; hace 80 años. Pero obviamente Sánchez tiene que estar hablando de otra cosa; a qué se referirá. ¿Serán esos de Vox que hablan de tomar las armas? No creo... Algo turbio hay en este asunto. Habrá que seguir el serial si queremos enterarnos; aunque ya va por el capítulo tropecientos y aun no se ve el final.
[Sale Sánchez y entra Rivera. Titulares:]
"Ciudadanos puede empujar al PSOE a la abstención si cierra un acuerdo con el PP", dice la prensa. Y añade desde otra rotativa: Rivera acudió a la reunión con Rajoy buscando ese titular, sin mojarse lo más mínimo, según su costumbre. Por alusiones, Sánchez respondió que el Presidente pactara con 'los conservadores' y a él le dejaran en paz; algunos columnistas han dicho que el PP se ha inclinado ante Rivera por no haber escupido a su líder en la cara; pero otros afirman que si este jovencito, tal como se propone, logra convencer al PSOE para que se abstenga es porque es un estadista de talla... para la Gaceta es que vamos hacia un partido único (!). [No se pierdan el próximo episodio.]
Ayer se guisaba el toro en casa, pero hoy nos dicen que el cocinero está en Bruselas: "Si Rajoy acepta la propuesta de Rivera de alejar aún más la administración de los ciudadanos, ganaría tiempo para aprobar los Presupuestos y evitar la multimillonaria sanción de Bruselas" (El País)

Lo que antecede es la crónica de tres días de actualidad político-mediática y lo que sigue la clave para interpretarla:
1º) 'De alguna forma', existe una coordinación entre las políticas de Sánchez, Rivera y Bruselas para desbancar a Rajoy.
2º) Rajoy es una mezcla poco corriente de inteligencia, tesón, orden, ingenuidad y discreción gallega, pero amasado todo ello con el sello inconfundible del caballero español.
3º) Sánchez ni estima ni respeta ese modelo y considera un valor ganar a cualquier precio.
4º) Rivera (a modo de un Tricycle con Junqueras y Puigdemont) es un cómico de tercera que suelta los discursos que le ponen como churros, sin más fundamento que vivir él lo mejor posible.
5º) Bruselas es la nube. Nos encierra a todos en un oscuro anonimato; fría y ciega, con leyes férreas e inhumanas. Supone la dictadura definitiva; el último poder.
6º) Lo dice hoy La Gaceta: "Estamos en guerra; es la batalla final del mundo moderno, el poder transnacional contra los que le resisten (ya no hay naciones).
7º) Después de un breve gobierno del Príncipe de la Muerte vendrá ya el Reino de Dios.
Si Rajoy supiera estas cosas, todavía podría frenar al enemigo que ya está entre nosotros, pero como no es el caso, su poder se irá diluyendo sin remedio hasta desaparecer por completo. Lo que él representa, sin saberlo, quedará reducido a individuos de vida heróica que, tras un breve padecer, irán gozosos a reunirse con la comunidad de los santos en alabanza perpetua a Dios.

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