TIREN A MATAR, PERO SIN ODIO

Este artículo es un retrato al natural (no de estudio) de la realidad que nos circunda; y tiene un marco: 
"El noveno mes del año primero del tercer milenio, el 11 S, las campanas repicaron dos veces: a muerto... y a rebato. 
En una macabra re-edición de Hirosh-aki, el estreno por duplicado de una revolucionaria bomba de odio pulverizó los arrogantes bastiones de occidente. Una vez más, contra el cielo azul, la negra nube de polvo se alzaría como un ave de mal agüero...

Las violentas convulsiones bélicas del S XX habían sido las primeras contracciones de este parto y el well-fare state que le siguió, la epidural. Sin embargo, con ser extrema la crueldad de aquellas guerras y escandalosa la indolencia egoísta que le siguió, los cronistas oficiales no advirtieron que aquello eran los preliminares de un siniestro alumbramiento. 
Como un gusano en un cadáver había ido engordando, a base de rencores e injusticias, la maldad humana, y en aquel rojo amanecer neoyorquino reventó con toda su podredumbre el vientre de la historia, llevándose por delante las torres gemelas, las niñas de nuestros ojos. 
De aquellos restos calcinados por el odio se alzaría, como un aborto, un nuevo ser, de inusitada impureza. Reptando por secretos caminos escarpados comenzaría su imparable ascenso que terminará deslumbrando a la mayoría. Con la violencia a flor de piel, va acaparando cada vez más poder y se abate como un rayo sobre los que osan hacerle frente. Sus siniestros colaboradores -el terror, el espanto y la abominación- lo preceden, pregonando a los cuatro vientos su "incontestable" autoridad. El desconcierto y la confusión son el terreno que pisa y una vez hollado, los más heroicos esfuerzos por restablecer el orden acaban en frustración y desánimo.

El morbo de la vida pública española es ya un terreno pantanoso, donde medra el desafecto y "sobrevuelan los buitres". Empiezan a verse entre nuestros representantes todavía honestos expresiones de cansancio y desaliento. Traiciones, ofensas, transgresiones y amenazas, invaden la política. En el hemiciclo, convertido en circo, la democracia perece a dentelladas de lobos feroces con piel de cordero. Y avanza la desolación."


Una buena pista para interpretar el tremendo lío de la actual política española es el conocido refrán de "A río revuelto...". Allí donde reina la confusión hay siempre intereses bastardos. Los servidores del bien común hablan claro, mientras que los que buscan su propio beneficio prefieren la ambigüedad. 

Los cambios de gobierno en España se sucedieron durante ocho lustros sin alteración de la vida ciudadana, de modo que lo que estamos viviendo ahora es una situación nueva, delicada y de difícil manejo, simplemente porque, como se suele decir, "la basura es mejor no menearla".
Pero ¡atención!, aunque nuestro organismo social esté enfermo, eso no quiere decir que todo esté perdido, ni mucho menos. Es una grandísima tentación pensar que como las manzanas podridas se han juntado con las buenas, ya no hay nada que hacer. Al contrario, en vez de lamentarse y cruzarse de brazos, urge hacerse sal que desinfecte, cure y conserve.

Mariano y las marionetas


Hace cuatro años, de un día para otro, nos pusieron en crisis y nos tocó "cuadrarnos". Supimos entonces que había unos señores de negro que tenían poder para castigarnos o aliviarnos. Y la política empezó a cambiar de aires.
Los arrogantes sindicalistas y agitadores de antaño enmudecieron. El ágora se quedó desierto y las únicas ideas audibles pasaron a ser las que nos dictaban "los de arriba". Por poner un símil, la política quedó convertida en un espectáculo de marionetas en el que sólo el director sabía lo que iba a ocurrir.
Tras cuatro años del "nuevo régimen" hemos desembocado en el actual vacío de poder. Repasando los acontecimientos de ese período y atando cabos, llegamos a la razonable conclusión de que no soplan buenos vientos para la democracia. Veamos por qué:

                                                    El teatrillo de la crisis

[Decorados y coreografía] Una bulliciosa feria, con luces de colores y apetecibles bastones de caramelo por todas partes. Elevado, en medio del escenario, un castillo en calma.
[Tiempo y lugar] La acción se desarrolla en la actualidad, en una España medio embrujada.
[Personajes] Amparado en la oscuridad, un extranjero mueve los hilos de tres de nuestros líderes políticos y de un pez gordo que hace de pregonero. En una esquina del escenario, maniatado y amordazado, se pasa la obra Don Mariano. Interviene también, como voz en off, El Cochero del cuento de Pinocho.  
[Argumento] Un siniestro titiritero, perverso y ambicioso sin medida, urde un plan para convertir el mundo en una gigantesca feria a su servicio. Para lograrlo, intenta corromper cualquier reducto de verdad con la táctica del "divide y vencerás".
[La acción] El Cochero traslada a muchos políticos a Jauja, haciéndoles creer que vivirán allí para siempre si acceden a desplumar a la clase mediauna vez logrado su propósito, delata a los políticos traidores que en vez de jauja reciben jaula. El guión pedía que estos desgraciados fueran del partido en el gobierno para que todo el mundo dijera "Con estos políticos adónde vamos" y tener así la excusa perfecta para paralizar el país y ponerlo patas arriba.
Por otro lado, El Cochero y sus secuaces habían pescado con el cebo de la fama a una caterva de inconformistas y los habían hecho caudillos de bandas de desocupados para que tomaran las plazas y "decretaran el cambio que necesita España". Con la ayuda del pregonero, que cuenta la feria como le mandan, aquellos feligreses de Malasaña se ven de pronto aclamados como héroes del pueblo, nombrados gobernadores de ínsulas y aupados a los escaños; pero en realidad, aunque ellos no lo saben, son actores secundarios cuyo papel consiste en dividir a la izquierda.
Una vez separados y troceados los ingredientes principales, El Cochero-Monipodio iba a necesitar un pinche cualificado para que agitara el caldo.

Rivera o ribera

(Una rivera es un arroyo, una corriente o bien el cauce por donde discurre; y una ribera, con "b", es una orilla, o sea, un terreno fronterizo y fangoso. Sea como sea, con b o con v, son realidades inseparables, caras de la misma moneda. Curiosamente, "con el cauce trazado y con la ambigüedad por bandera", este personaje se hizo, o le hicieron, un hueco en política posando desnudo.)
Le vimos llegar subido al pescante del Cochero y apearse en La Carrera de San Jerónimo. Con buen aspecto y el guión bien aprendido, el gallardo mancebo debutará en el Congreso rasgándose las vestiduras (recién estrenadas) en una intervención que marcará un antes y un después en la historia de la Cámara:
¡Limpiemos el país! ¡Todos contra Rajoy! ¡Viva el Bien, la Verdad y la vida sencilla!... ¡Ejjemm...!
En fin...el esperpento se inventó en España, pero si este atlético líderde la quinta de naranjito, se atreve a cargarle la culpa de nuestros males a Don Mariano y asentimos todos, Dios nos pille confesados.
Obviamente, no obtuvo la cabeza del Presidente -ni él lo esperaba- de modo que, prosiguiendo con su actuación, viró con gesto indignado la cabeza al otro lado, dejándonos claro, por si teníamos dudas, que el papel que tenía asignado era más el de buscona de lujo que el de brillante estadista.
[Resumen]  La derecha se cuece en su propio jugo; la izquierda al verlo se relame, pero la nueva izquierda, impaciente, le disputa su trozo del pastel; entretanto el comodín, flirteando, atiza y añade leña al fuego sin parar. Si se enfriara de pronto la economía mundial, España entera se abrasaría...
[Opinión personal] ¿Cómo es posible que mis padres, que con 21 y 15 años sufrieron el azote de la violencia fratricida, jamás hablaran en mi presencia mal de nadie? ¿Dónde aprendieron esa ciencia que a mí me enseñaron, lo mismo que otros padres a tanta gente noble que conozco? Esa ciencia, que es la de la Cruz, les vino a ellos como preciosa herencia cultural, herencia que hace de España la plaza hermosa y fuerte que es.
La historia de la infamia en Europa podría titularse "Deconstructing la Cruz: Un trabajo sucio". Los enemigos de la cruz han intentado muchas veces arrancarla violentamente, pero sólo han conseguido afincarla más; en los últimos tiempos sus violentos ataques se han refinado y se han dirigido a horadar los cimientos. Ahora bien, si los cimientos son Cristo muerto y resucitado, su intento es vano; y les queda sólo como alternativa adulterar la fe.
Ciertamente, el diabólico plan en marcha es sustituir a Cristo Vivo por un conjunto de ideas. Es un plan tan ambicioso como bien trazado. Va siendo abordado por partes y en diversos frentes al mismo tiempo. En concreto, los envites contra España son constantes y acerbos. Forzarnos a ver abortar a las madres, languidecer a los jóvenes o morir de pena a los viejos nos lacera el alma. También el cotidiano acontecer, con sus muchos trabajos y estrecheces y el amargo pan de calamitosas noticias, nos fustiga el ánimo. El cansancio y la tristeza van de la mano y son una tortura silenciosa y degradante. Pero aún así, unidos por la fe en un mismo espíritu, vencemos esa hostilidad fácilmente por Aquel que nos ha amado. Probada históricamente esa resistencia, en un enésimo intento por romper esa unidad de fe, se ha suscitado en torno nuestro la intervención de taumaturgos y embaucadores, con el fin de embrujarnos y  apartarnos del amor mutuo. Y en eso consiste básicamente la mascarada de la actual política española.
Entre bambalinas, delitos, crímenes y mentiras para sembrar el miedo, la división y el enfrentamiento. Como telón de fondo, periodistas y científicos reconvertidos a agoreros, prediciendo y organizando catástrofes. En el patio de butacas, la estrechez económica zancadilleando la buena convivencia. Y en la penumbra de la función, una bolsa de palomitas por ciudadano, "que con tu amargo pan te la comas", en combate desigual con el funesto anuncio susurrado a tu conciencia de un inminente desastre personal y/o colectivo: "No lo vas a soportar; no hay quien lo aguante; te están matando; tienes que hacer algo YA".
Como ese "algo" es de una u otra forma una postura de fuerza, constituye el señuelo perfecto para alejarnos del terreno donde tenemos asegurada la victoria; a saber: La realidad de que Dios-Padre nos ama como somos y no permitirá que nada malo nos suceda y cuando en el peligro le invoquemos acudirá al punto.
En esa verdad revelada de un Dios vivo que me ama está la clave de la respuesta católica a los peligrosos acontecimientos que estamos viviendo. Y no hay ninguna otra; ni en partidos, ni en manifiestos, ni en movimiento alguno que no tenga esa certeza por bandera. (Para entender mejor esta afirmación es muy útil la lectura del sencillo y excelente libro La paz interior, de Jacques Philippe.)
En definitiva, "ya tiemble la tierra y las montañas se desplomen en el mar", ya gobierne Podemos o el diablo con tridente, nada conseguirá acabar con España si no dejamos que el odio entre en nuestros corazones. Por eso el fantasma del miedo anda tan atareado, rondándonos como león rugiente, inquietándonos, queriendo arrebatarnos la paz para poder devorarnos. Y por eso también nos visita un ángel de vez en cuando para recordarnos la Verdad que no pasa; como sucedió cuando inspiró  a Santa Teresa aquellos versos tan preciosos y que tanto nos ayudan:
Nada te turbe/ nada te espante/ todo se pasa/ Dios no se muda./ La paciencia todo lo alcanza/ quién a Dios tiene/ nada le falta/ solo Dios basta.
La amenaza de un negro futuro que a diario asalta nuestra imaginación no es más que humo, porque el combate que anuncia ya tuvo lugar, nada menos que hace dos mil años. Mañana, Viernes, celebraremos nuestra Victoria y el próximo domingo nuestra Libertad. Es la hora de dar a conocer al mundo esta maravillosa noticia, para que nuestro gozo sea completo.
Un cordial saludo. 

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