EL DULCE NOMBRE DE JESÚS

Muy queridos hermanos en la fe: No nos cansemos de dar gracias a Dios por el inmenso don de creer en Él. ¡Qué abismo de "calidad de vida" nos separa de la increencia! Gracias, gracias, Señor, de todo corazón. Leemos de un autor anónimo del S. II: "Dichosos los que poniendo su esperanza en la cruz, se sumergieron en las aguas del Bautismo". Cierto, esa es la clave: La cruz de Cristo; entregar la vida por amor, unido a Jesucristo; saborear las delicias de su corazón de Dios-Hom bre enamorado de nosotros. No cabe mayor deleite para el ser humano; esa cruz, la amorosa y no otra, nos da acceso a la vida divina; nos saca de la mediocridad y nos eleva a alturas insospechadas; cada vez más arriba... y bajando ; p orque para conocer la verdad, que no está en nosotros, debemos dejarnos guiar por Quien la conoce; y sus caminos no son los nuestros. "Sabéis que los grandes de este mundo os oprimen...no será así entre vosotros. El que quiera ser grande entre vosotros que ...