TÚ, SÍGUEME

María vela por nosotros, nos enseña a interpretar los signos y a hacer lo que Él nos diga. Cuando el soldado atravesó el costado de Jesús con su lanza, lo hizo de derecha a izquierda. Sin que él lo supiera, de ese modo se estaban cumpliendo las Escrituras. Aquel gesto mostraba al mundo que nuestra meta es dar la vida, abrir nuestro corazón de par en par para acoger a todo el que quiera descansar en él. Pero si el propósito del golpe fuera sólo mostrar un corazón abierto por la mitad hubiese sido más rápido herirlo de frente o por la izquierda. ¿Por qué, entonces, quiso Dios que antes de llegar al centro atravesásemos el resto del cuerpo? El cuerpo de Cristo somos los fieles, la Iglesia; así que puede que Dios nos quisiera indicar que el acceso a su divinidad pasa por darse a los hermanos: Amando a todos llegaríamos al fin de nuestro viaje; a la gloria de la divinidad. Por otra parte, el que la herida del costado fuera tan profunda, indicaría también que la vida del cristiano, para iden...