DIOS ES AMOR

¡Que loco estás, Jesús!
Hoy sí que tengo que decir ¿por dónde empiezo? y, hoy también, más que nunca, responderme: "Rezando". (P...Amén) Dejo atrás muchísimas ideas y/o conexiones neuronales-mentales-divinas y menos divinas que se han agolpado de pronto a las puertas de mi mente diciendo ser las primeras, las que con más derecho merecían entrar, y voy con "lo" más importante: Hoy, domingo, ha empezado la verdadera vida. Y esto lo voy a clavar en la puerta de mi casa y en mi frente, como el SHEMÁ.
Dejo atrás pues esas mil doncellas y menos tales que alborotadamente se empujan para entrar a vivir conmigo; algunas bellísimas, ciertamente, y otras "con mucho encanto". Porque muy por encima de toda su rutilante belleza sé que su valor es nada comparado con la excelencia que encierra la siguiente afirmación: La vida consiste en esto: Dios es Amor.
Y por amor me ha ganado para sí. Nos ha ganado para sí. Según san Juan se ha manifestado la Vida, el lugar donde el hombre 'aquí abajo' se encuentra con y como Dios. Todos lo buscábamos y dábamos vueltas a su alrededor sin verlo. Probábamos a meter la llave y no se abría la puerta que nos había parecido la buena. Pero Juan corrió y vio aquella puerta al amanecer del domingo de Resurrección (y luego al amanecer del primer día laborable, cuando él y otros seis pasaron la noche sin pescar nada) y fue el primero en saber que era la buena aunque dejó que fuera Pedro el que metiera la llave (al hacerlo los agarró un temblor pero la misma llave los sostuvo anclados a un tiempo al suelo y al Cielo).
¡Basta de misterios! la llave es la fe. Pequeña palabra -como la semilla del Reino- pero que contiene en sí el infinito mundo.
Kerigma -anuncio-, o sea, respuesta al misterio de la vida, y desde ya mismo, cuaderno de navegación para los "pequeños" de este mundo: Dios, el Perfecto, nos eligió a cada uno de nosotros  desde siempre para ser perfectos como Él por el amor. Libres, por supuesto; y por tanto vulnerables. El malo -hecho libre también- nos engañó y se nos cerraron los ojos para encontrar el camino de regreso a la casa del Padre, donde todo es paz y armonía. Dios, que por ser amor, no puede dejar de amar, se compadeció de manera infinita de nosotros, sujetos y al mismo tiempo objetos de amor. Y aquí viene lo gordo: Envió a su único Hijo (porque si hubiera tenido muchos no tendría tanta gracia el gesto) al estado paupérrimo en que había quedado el hombre, a la esclavitud del pecado por el miedo a morir, inoculado por medio de un fruto apetecible a los sentidos y a la "inteligencia".
Inciso: Una manzana a la puerta de mi casa me dijo que la comiera. Encontré en ella un papelito enrollado que ponía una cita de Ortega y Gasset:
"Ensimismarse y alterararse"; La Nación, B.A., 19 de marzo de 1933. [Es nuestra existencia un enfronte perenne de dos elementos heterogéneos -el hombre y su antagonista, ese "otro" que no es el hombre y lo rodea, lo envuelve y aprisiona, llámesele circunstancia o mundo o Dios o como se quiera. Esta dualidad y contraposición es siempre una lucha, magnífico combate, cualesquiera sean las formas y carices que adopte, angustia o alborozo, tragedia o comedia. Esta polémica, que constituye la materia misma de que está hecha nuestra vida, radica en la necesidad de que el hombre y el mundo, que se son mutuamente extranjeros, heterogéneos, se hagan homogéneos, se identifiquen. Cuando esto acontezca, si esto acontece, la vida humana se dejará atrás a sí misma convirtiéndose en divina existencia. Porque la diferencia última entre Dios y el hombre consiste en que para el pobre hombre vivir significa estar en una circunstancia, por tanto, en algo que no es él, que le es ajeno y extraño. Por eso se pasa la vida "extrañándose". Dios, en cambio, existe flotando en su propio elemento: nada le es extraño, se baña en sí mismo y habita en su  propio país, en su propia casa. Dios es su propia circunstancia. Cuando un cristiano dice que nos ha hecho a su imagen y semejanza dice, tal vez, algo verdadero, pero exagera un poco, exagera bastante. Y esta exageración resulta sobremanera cruel. Es casi una burla. Porque lo que el cristiano quiere decir con eso es que el hombre tiene de Dios precisamente lo que le falta. El hombre -a diferencia del mineral y acaso del animal tiene, en efecto, la necesidad, quiera o no, de llegar a unificarse con su contorno para sentirse en él "dentro de casa", por tanto, tiene, en este sentido, la necesidad de ser como Dios. Pero esto supone que le falta esa unificación y posee de ella sólo lo más opuesto que puede haber de una cosa, a saber, el afán de ella. Del mismo modo puede definirse el manco diciendo que es un hombre con dos brazos, sólo que le falta uno. Este querer lo que no se tiene, este sentir la falta de algo que nos es menester, este ser sustancial y activamente menesteroso es la condición del hombre]...que no conoce a Jesucristo, digo yo. Y añado, parafraseando el título de este artículo: Deprimirse y desequilibrarse; desanimarse y luchar; ser carca y ser progre; la cara y la Cruz; el alfa y la omega...son caras distintas, pero de la misma moneda, que es la síntesis, que es Jesucristo. [Y sigue la cita: "Pero semejante manera de definir la vida humana por su lado triste y deficiente, aun siendo verídica, es parcial. Parece evidente que si fuese sólo eso -defecto y esencial desventura- al llegar a ella el hombre la abandonaría. Mas si sigue en ella, si vive es que acepta el defecto, la desventura, la dificultad y el absoluto riesgo que ella es. Pero entonces la convierte de desdicha y desventura en tarea entusiasta que se acepta, esto es, en aventura y empresa. De tal suerte, en mi interpretación de la vida transparece la unión indisoluble, la mutua necesidad de venir a síntesis, de las dos grandes verdades históricas sobre ella: la cristiana, para quien vivir es TENER QUE estar en un valle de lágrimas, y la pagana, que convierte el valle de lágrimas en un stadium para el ejercicio deportivo. La vida como angustia y la vida como empresa. Repito mi razonamiento: para sentir la angustia es preciso seguir en la vida. Si yo me voy de la vida se acaba la angustia. Pero seguir en la vida es aceptar libérrimamente la tarea penosa que ella es. Y esto es la definición del esfuerzo deportivo.] Para mí, católico, vivir CONLLEVA estar en un valle de lágrimas pero vivir no es tener que estar en ese valle de lágrimas; antes bien, pretender salir de ese valle gracias al conocimiento -al esfuerzo deportivo-, eso sí que es un sinvivir.  'Repito mi razonamiento': Dios que nos dio la Vida, ha hecho consistir la Vida en su Hijo Jesucristo, verdadero Hombre y verdadero Dios para siempre, y en esa verdad se subsume la angustia y el esfuerzo y cobran sentido y se trascienden. [(Sigue OyG:) La empresa vital consiste, pues, en que el hombre, quiera o no, tiene, si vive, que afanarse en identificar, en fundir el mundo y su persona. Todas las dimensiones de nuestra actuación se ocupan exclusivamente en esto. Pero hay una que es la principal y a quien compete, por lo mismo, el rango superior en el repertorio de las actividades huamanas: es el conocimiento./ El conocimiento se define tradicionalmente como la aprehensión del ser, de lo real por el pensamiento. Por tanto aquí está el pensamiento, el sujeto -ahí está el ser, el objeto. Se trata de que el ser pase dentro del pensamiento, se identifique con él o de que el pensamiento pase dentro del ser.] Esas dos grandes alternativas fueron desarrollads por la antigüedad y la modernidad, respectivamente./ A continuación anuncia Ortega su hipótesis: ni dar por supuesto el Ser, ni forzarlo a entrar en nuestras categorías; la vida es un camino, un encargo de hacer el Ser./ Inaugurada por Descartes, la etapa moderna estaría, según Ortega, entrando en crisis a comienzos del S XX. De la misma forma que ocurrió de 1.550 a 1.650, podría ocurrir ahora, en nuestras centurias, que se estuviera agotando la cultura moderna y que nuevas necesidades de respuesta estuvieran interpelando directamente a cada individuo. En el estadio avanzado de una cultura queda el individuo atrapado por el colectivo; el llamado hombre "culto" se mueve entre tópicos del pensamiento que ya no sirven de soporte de la existencia, la cual estaría rebasando todas las categorías al uso; y en ese estadio hay una 'vuelta a la naturaleza', a la identificación directa del individuo con su entorno. Salir por tus propios pies de ahí, de esa 'era más que trillada', con nuevas ideas, se convierte en un viaje por un desierto cultural; es necesario atravesar por una gran "soledad cultural" para ser germen de algo nuevo que sea base de crecimiento para venideros tiempos...que también se agotarán y otra vez vuelta a empezar. Sí, justamente de esto hablaba yo en este blog hace tiempo cuando decía que ante la gran confusión reinante -propia de toda crisis, según Ortega- cabe sólo como alternativa regirse por las verdades, por las evidencias, más cercanas, por las experiencias individuales indiscutiblemente válidas, pero que, siendo la resistencia a morir del monstruo -que la ausencia de razón-conocimiento-vida- ha ido construyendo en años de decadencia-, tan brutal,  la única posibilidad de dar el salto, de meterse en el desierto hostil y sobrevivir, es la consideración de que Dios te Ama y te cuidará. Y siendo cierta la creencia, una nueva generación surgirá para florecer en el futuro.
Retomando el hilo, al morder una manzana entró el Hombre en el stadium de la paganidad ansiando alcanzar la paz. (Aunque más que a un premio accedería a una condena, pues correría en el estadio detrás de una zanahoria que 'el perverso empresario' haría mover, mediante algún mecanismo, siempre por delante del atleta. Esto no lo dice Ortega, porque aún cuando va muy rápido por la calle interior del circuito, 'carece de las alas de la fe' para elevarse y ver el truco. Él, cuando parece que va a dar alcance a la presa, ésta se le vuelve a escapar. Se da uno cuenta de que a Ortega le sucede esto cuando, haciendo repaso de la historia, puentea los muchos santos que -incluso en su propia patria- han encontrado el atajo para salir victoriosos del magnífico combate de la vida. Ahí está por ejemplo el milagro de Fátima coetáneo del filósofo, que ni le roza siquiera porque corre con anteojeras; porque también es un 'hombre culto', condenado por su propia sabiduría a dar vueltas y revueltas al estadio.) Hallado, pues, por mí el rollo apetecible en la manzana, iba a hincarle el diente cuando, además de las necias, vinieron también las prudentes en tropel a llamar a la puerta de mi ser.
Mi querido Ortega y Gasset, el tal dilema que cree Vd superar afirmando que en los nuevos tiempos habrá una tercera vía, consistente en definir la vida como un quehacer, ya hace tiempo que está implementándose y que atraviesa ala historia de la antigüedad y de la modernidad silenciosamente; nos ha sido revelada por el misterio de la redención a los que no nos sonrojamos por usar la pequeña llave de la fe. El que dice que ama -porque los paganos también creen que aman- pero no conoce a Dios, se ama sólo a sí mismo. El que se anima a tener a Jesús por amigo y persevera en esa amistad, ha resuelto definitivamente el enigma de la vida. Vivir es estar siempre con Cristo y ésa es la única casa en este mundo en la que nunca falta nada y todo nos es dado, aun cuando todo sea a un tiempo quehacer o tarea.
Entra tú por esa puerta y contempla: Dios mismo -Hijo- renuncia a su Vida de Dios. Él entra en el stadium del mundo como el bebé de una familia pobre; crece como un obrero doliente; se rebela como un líder de minorías; trabaja de sol a sol como un cooperante altruista; y muere como un abyecto criminal, no siéndolo. Y en esa "pasión" de su existencia no deja ni un momento de ser Dios: "He ahí el misterio humano -Ecce homo". La divinidad está a nuestro alcance, lo que Él ha vivido es lo que vivimos nosotros; la fe nos une a Él si creemos que es posible su Resurrección. Y AHÍ justamente engranamos con la vida divina para siempre; nos capacitamos para descubrir los engaños que nos llevan al retortero de la desesperación y la muerte. Y crecemos sin parar en conocimiento de la Verdad y en fuerza para vivir. El verdadero conocimiento no son ideas concebidas por la sola inteligencia; la verdad no es una idea, es UNO.
A Él la gloria y la alabanza por siempre. Y a Ortega y Gasset, gracias por buscar. Y q.e.p.d.
Primer domingo de mayo de 2018; día de la Madre.

Le dedico este artículo a mi querida esposa, por darme Vida. Sé que mi madre, desde el cielo, aprueba y se complace con esta dedicatoria. Ella recibió una tradición que a su vez me pasó a mí, según la cual, lo bueno existe como Ser en sí mismo, ajeno a la subjetividad. Eso facilita entre las generaciones el necesario entendimiento para afirmar y prolongar la vida más allá del tiempo presente.




















 





















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