BOTIQUÍN DE EMERGENCIA

LO MÁS BÁSICO


D. Pedro Sánchez es ya el nuevo Presidente del Gobierno. El cómo, por qué, para qué y hasta cuándo no son ahora las preguntas adecuadas. La que conviene hacerse, mirando cada cual a su corazón, es si hay odio en él. Porque el odio es nuestro principal enemigo.
Últimamente ya no andábamos muy sobrados y ahora se nos oscurece aún más el horizonte. El diálogo, base de la convivencia, está amenazado. Los políticos, jueces y periodistas, encargados de hacerlo posible, en entredicho. Hay saturación de palabras y de mentiras y hemos llegado a un punto tal de confusión que nuestro equilibrio, personal y colectivo, reclama ser apuntalado.
En esta situación es probable que nos visite la tentación de tirar por la calle de en medio. Para evitar este peligro nos conviene colaborar. Voy a mencionar algunas estrategias que nos pueden ser útiles en los momentos malos.
1) Considerar que los buenos tiempos volverán tarde o temprano.
2) Contarle nuestros problemas a alguna persona que nos merezca confianza, porque ya se sabe que cuatro ojos ven más que dos. (Esa persona, si no existe, puede aparecer si la buscamos)
3) Ser solidarios. Dar de lo nuestro nos ayuda a sentirnos bien y genera una red social que en otro momento nos puede amparar a nosotros mismos.
4) Vigilar nuestra salud mental. En cuanto a las pastillas, son útiles y no hay que hacerles ascos, aunque su alcance se limite a aliviar los síntomas más molestos de nuestro malestar. Ahora bien, como psicólogo, con larga experiencia, sé que un poco de cultura psicológica puede mejorar mucho nuestra calidad de vida. Recomiendo vivamente Sentirse Bien (sobre todo las cien primeras páginas), de David Burns, en Editorial Paidós (tapas amarillas). Entre "las perlas" que nos regala este libro destaco una: a veces, en nuestro diálogo interior, nos decimos: "Esto no lo soporto"; pero no es verdad; es una afirmación contradictoria, porque en el momento de pronunciarla ya estamos soportando esa situación. Si cambiáramos esa frase por "Esto me está resultando muy duro", nos estaríamos expresando con más realismo y sentiríamos un efecto balsámico en nuestra psicología.
5) Por raro que nos parezca, hay una palabra "mágica" para experimentar un gran descanso en los momentos de tensión: "Perdón". Es de sabios reconocer los errores. Si somos valientes para intentarlo, comprobaremos que, en vez de perder -como nos tememos-, recurrir a esa palabra nos hará más fuertes.
6) Evitar toda situación (incluso interior), persona, idea, lectura, proyecto, ente, fantasma...que nos inquiete. Frente a un problema conviene asesorarse de alguien de confianza y luego, sin precipitación, decidir y descansar. Lo que tenga que ser, será (y el 99% de nuestras preocupaciones son por cosas que luego no pasan).
7) En todas estas pistas que estoy dando, no se pierda de vista que se trata de un camino, o sea, que si se intenta poner en práctica algo de esto y no se consigue, o no del todo, eso no quiere decir que no funcione sino que hay que seguir entrenándose.
8) El río está revuelto y la corriente en estos casos favorece a los pescadores. Próximamente se alzarán muchas voces reclamando nuestra atención y colaboración, y no conviene ir tras ellas. Si nos fijamos bien podremos distinguir a nuestro alrededor ejemplos de conductas que, sin hacer tanto ruido, nos serán modelos de mucho mayor provecho.
9) En cuanto al tema educativo, mi opinión como psicólogo y pedagogo con 33 años de docencia, es que si lo que queremos verdaderamente es que nuestros hijos sean felices, su educación tiene que ocuparse del corazón tanto o más que de la cabeza. En este sentido les ayudará muchísimo que intentemos reducir el número de advertencias que nos inspira el miedo al futuro. Su ánimo -motor de su actividad- se fortalecerá al contacto con unos padres confiados y distendidos -que no pasotas. Al fin y al cabo, los mayores somos "chicos con más edad", y ha sido mayormente la interacción con el tiempo lo que nos ha hecho capaces. Con una base fuerte de sano afecto, optimizaremos la inteligencia y talentos naturales de nuestros hijos. Y repito, todo esto es un camino, no una receta; lo importante es ir dando pasos.
10) Para terminar, la sabiduría que ha dado a nuestra civilización logros sublimes, viene inspirada por la ética judeo-cristiana. Precisamente haber pretendido crecer fuera de esas raíces es lo que ha debilitado nuestras sociedades occidentales. Que Dios-Amor exista y sea además hombre, es la garantía del éxito en cualquier empresa. Y en la batalla que ahora empezamos, más, si cabe.

Volviendo al principio, si finalmente -Dios no lo permita- las afrentas a la vida ordenada de trabajo y paz llegaran a hacerse insufribles, y fuera menester ejercer la legítima defensa, podremos proteger sin miedo esas murallas, si lo hacemos por amor. Cobran sentido aquí las palabras de Antonio Rivera a los defensores del Alcázar: "Disparad, pero sin odio".

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