SOY FACHA Y VOTO AL PSOE

¿INDEFENSIÓN APRENDIDA O CAOS INDUCIDO?

Me tocó vivir la última etapa del franquismo entre cristianos de izquierdas que luego fueron altos dirigentes comunistas y anticatólicos beligerantes. En la vorágine política de entonces se dieron cuenta de que una forma de hacer que las cosas cambiaran era "agudizar las contradicciones" del contrario, de modo que la propia realidad lo bajase del machito. 
Esa es la razón por la que "siendo facha" pido el voto para el PSOE.  Ya he intentado explicar de muchas maneras y en distintas ocasiones que vivimos en un teatro político donde se representa una farsa, con líderes-actores; y que el dinero de la recaudación va a parar a las arcas de unos megalómanos que por puro aburrimiento se han propuesto adquirir el mundo y gobernarlo a su antojo. No es que yo los conozca, pero su existencia se deduce. Bueno, hace falta, eso sí, atreverse a ser uno mismo y obtener así conocimiento experiencial de lo que es la vida. Y entonces se puede entender por qué digo que "se deduce". 
En línea con ese 'hallazgo', he dicho aquí que darle el voto al cuatripartito era abonar la cultura de la muerte que nos asola. Lo malo de la violencia instituida e institucional es que, sí o sí, nos toca. Se va trasladando por pura lógica desde el hemiciclo hasta nuestras casas. Y entonces surge el drama:
"Este hijo -o este padre- está fatal y no tengo más remedio que internarlo o ...". El absurdo y la imposición dictados por las leyes acaban siendo inevitablemente el sufrimiento de mi vida. Y como, por supuesto, nunca permitiré que salga a la luz, no vayan a decir que... se completa el círculo perverso que nos amordaza de por vida y nos cierra las puertas de la felicidad terrestre. 
Ah, y para los que se hacen ilusiones de eso del cielo en la tierra, también esto está siendo atacado duramente en su núcleo, pero esto es otra historia, para... bueno sí, para iniciados.
El caso es que, otra vez convocado el público a participar en la escena democrática, ya bien advertidos de las consecuencias de su voto, puesto que no se convencen de que no votar a VOX es tirar piedras sobre su propio tejado, les animo con todas mis fuerzas a que voten al PSOE. Ya está su gobierno con Iglesias y el socio federalista catalán cantado; todo programado por La Prensa canalla para acabar con la raíz de auténtica libertad española. Destrozar la moral y el ánimo de las familias y los jóvenes, para que el nuevo horizonte amoral de Europa brille cuanto antes. 
De la perversión de este plan da cuenta un texto que retiré del blog por la extrema dureza de su contenido pero que ahora rescato, con la esperanza de que si mis argumentos amables no han podido convencer, al exponer esta cruda realidad caigan algunos en la cuenta del mal que nos amenaza.
Esta entrada la titulé en su día "La deep web" (algo así como la Internet profunda) y de esas profundidades la rescato para rescatar a algunos. Ojalá sea así.

"Dice el evangelio de hoy que nada hay oculto que no llegue a saberse. 
Hace un par de años me dejó consternado descubrir la existencia de la Deep Web. Trabajo con alumnos con poca motivación y procuro que estén distendidos. En ese ambiente, de un modo casual, un día se coló en la conversación la noticia sobre el Internet oculto y algunos de ellos, entre sorprendidos y asustados, desvelaron su secreto. Creo que nunca habrían hablado de eso si mi acercamiento docente no lo hubiera propiciado. Confesaron que entraron con trece años y que no les resultó fácil el acceso pero que la curiosidad los fue llevando.
Precisamente el drama de ese contacto tóxico es que aísla al que lo recibe y va desarrollando en ellos una patología extraña y de por vida.
Uno progresó en ese mar de sombras por la rama de las técnicas de robo, y si Dios no lo remedia seguirá su especialización ad aeternum, entre cárceles y miserias. Y no hay en los institutos de secundaria por ahora tecnología para detectar estas necesidades educativas especiales.
Tampoco para el segundo caso, enganchado con éxito a la brujería y a la invocación de espíritus malignos. Algo raro notaban los profesores aunque no atinaban a dar en el blanco del problema.
Y la tercera persona, de brillante inteligencia, resultó "picada" en la curiosidad con trucos de magia negra, y colgando del hilo de ese anzuelo sigue aún, a la espera de un médico de almas que la rescate.
Varios años callé sobre este asunto, convencido de que su importancia requería de un momento idóneo para ser desvelado. Y la ocasión se presentó hace unos días, a propósito de cierta investigación sobre el riesgo de Internet entre los jóvenes. 
Escribí entonces un breve texto en FB contando lo que sabía por los chicos. Nunca había llegado a mí noticia de prensa alguna en torno a este tema y, cosa curiosa, a los tres días de publicado mi post, ya me topé con un extenso artículo en los medios sobre la cuestión.
Se trataba de una información de esas que parecen científicas cuando en realidad son altamente parciales e interesadas. Decía, por ejemplo, que la Deep Web es "enormemente popular", lo cual es, obvia y escandalosamente, falso. Y daba la imagen de un peligro acotado al mercadeo de productos peligrosos, cuando eso es "lo de menos" en este negocio. En realidad, lo grave es su capacidad de extender la desolación y el aislamiento de los individuos silenciosamente y sin remedio, su poder para propagar la mayor devastación de la historia amparándose en el anonimato. Porque, ciertamente, entrar en la Deep Web amputa, paraliza, estigmatiza y mata impunemente. Su existencia es, en definitiva, un crimen de lesa humanidad.
En domingo publicó La Razón el artículo que adjunto a propósito del Día del Suicidio, que será el 11 de noviembre.
Se estima que al año se quitan la vida, o casi, uno de cada 500 españoles. Y pueden Vds. estar seguros de que la mayoría de ellos deben su genial idea al Promotor de esas cloacas de la Web, cuyos negocios no se limitan a los bites sino que extienden sus tentáculos a muchos otros inframundos que, de maneras multiformes, nos envuelven a todos en sus redes.
El mundo actual está plagado de peligros bajo apariencia de normalidad. Eso es lo malo. Pero no podemos seguir por más tiempo escondiendo la cabeza bajo el ala. Y, dirigiéndome ahora a la Iglesia Católica, a mi Iglesia, a mi santa Madre Iglesia, debo decir que somos nosotros, los católicos, los más llamados a alzar la voz como una trompeta, a ser atalayas de una muchedumbre inerme, para evitar que legiones de almas tropiecen y caigan por abismos de muerte. ¡Ay de mí si no evangelizara! ¡Sólo Dios, hermanos, sólo Dios! ¡Camino, Verdad y Vida!"
¿Por qué digo que soy facha?


Artículo de Irene Villa en La Razón (septiembre de 2018), transcrito por fíate.org
…Por fin se ponen en marcha medios para vencer una lacra que se lleva cada año entre 3000 y 3700 personas. Unas 10 personas al día ponen fin a sus vidas. Suele haber un denominador común: la depresión. Por ello se puso en marcha el teléfono gratuito contra el suicidio 717003717 ¡funciona (así así, según ha podido comprobar Fíate) los 365 días gracias a profesionales siquiatras, psicólogos y educadores sociales. Ojalá se consiga superar esa angustia y poner fin a tanto sufrimiento.
Además son muchas las personas que intentan acabar con su propia vida. Expertos se atreven a decir que incluso el doble de las que lo consiguen. Sin embargo, se trata de un tema que durante años se ha considerado tabú y del que hay que hablar para salvar a quienes les rondan ideas suicidas.
En los jóvenes es vital aparcar todo lo que genere adicción y estrés. Hay que poner límite a lo que ya se ha determinado como una droga peligrosamente adictiva por los comportamientos compulsivos y la ansiedad que genera: los teléfonos móviles.
Con niños lo comprobamos muy fácilmente, y es que cuando llevan un tiempo conectados, se vuelven irritables e incomunicativos, incluso a veces acaban protagonizando estallidos de ira o rabia. Ya bastantes cosas hay en la vida para que un niño se altere, ¡como para que se las creemos los propios padres! (¡Y es que los contenidos a los que pueden acceder también les hacen daño! Nota de Fíate)
En esta generación se perciben niveles sin precedentes de ansiedad, depresión y soledad. El hecho de pasar menos tiempo con otras personas o de no disfrutar de otras aficiones, como el deporte, podrían ser algunas de las causas de estados psicológicos en riesgo.
Es lamentable y alarmante que la tasa de suicidio en niños de entre 12 y 14 años se haya triplicado en los últimos diez años.
Que nadie se sienta solo y que podamos frenar de una vez el suicidio.


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