EL MISTERIO DE LA CASA ENCANTADA



Fui presidente de mi comunidad de vecinos unos días, allá por la crisis, cuando nació Fíate. Una vez, al hacer un agujero en el muro para poner una placa de la Fundación, se cayó un trozo y descubrí atónito un local grande, con una encimera desmontada de lo que sobre el plano había sido cocina, un cuarto aparte del tamaño de un baño, un par de colchones apilados... El vicepresidente también quedó perplejo; I. De Paz y yo hicimos fotos, que por ahí andarán. Las mías daban cuenta además de obras hechas a posteriori de aquel descubrimiento, pero le dejé a un policía aquella tarjeta de memoria y me las perdió... Un obrero tapó el desperfecto del muro en un pis pas, pero por ser un edificio de lujo me costó la bromita tres mil euros, y menos mal que medió un pariente de mi mujer, que si no...
Casi nueve mil euros de impuesto de Transmisiones Patrimoniales por 50 metros cuadrados de un semisótano que compramos es mucho, pero como es de lujo... De todas formas alegué estas cosas y mandé fotos:
Esta bendita lluvia de estos días nos ha vuelto a sacar sobre la cama donde Teresa duerme ahora la gotera del desagüe del balcón del bajo cubierta de arriba; y a propósito, sobre el cuarto donde tengo Ediciones Cruz recogí un día 20 litros de agua fría, en otra ocasión 5 litros de agua caliente, y otras dos veces pequeñas cantidades; y esto en tres meses, que fue lo que tardaron en averiguar que era la válvula de la bañera que me ha tocado encima. Las baldosas del portal y la escalera bailan una sí y otra también; hay una grieta en mitad del pasillo porque a los 20 metros construidos les adosaron luego otros 10. Y en ese pasillo llueve porque también tiene un baño encima. Los buzones los modifiqué yo mismo porque estaban tercermundistas, y con la jardinera donde mi madre tenía sus geranios y una planta artificial, está de lujo comparado con lo que había de obra... En cuanto a los registros y el ornamento, de pena es poco. 
Pero lo peor es que de 21 viviendas sólo 7 somos fijos, el resto de alquiler. En 1991 dieron permiso a Cl, S.A. para hacer 8 ó 9 viviendas aquí, pero la empresa no pagaba a los obreros ni el impuesto municipal, de modo que el Ayuntamiento tuvo que hacer la vista gorda como mal menor... y donde dijo dijo, dijo Diego, porque total, qué más da ocho que ochenta...
Y por eso ahora pagamos impuestos por vivienda de lujo y habitamos en un edificio de barriada, con gente que está unos meses en habitáculos individuales de dudosa legalidad, que no sabes quiénes son, si entran o salen, o si sus ocupaciones son honestas; como tampoco sabes si tienes un WC sobre tu cama; si a través de las paredes de papel vas a tener que oír lo que no quieres y después darle explicaciones difíciles a tu hija; y donde si te asomas a la parte trasera te encontrarás con la caseta de alta tensión que se olvidaron allí los que hicieron el edificio de al lado, para recordarte que cuando llueva tus hijos podrán cantar eso de "el patio de mi casa es particular... se moja en las tormentas y brilla sin parar..."

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