EL CHACHACHÁ


Sánchez se marca un chachachá con una "ciudadana de dudosa reputación"



SánCHAz* ensanCHA la breCHA. Hay una corriente recorriendo España por lo bajini que la amenaza machaconamente con la guerra civil. Es evidente que una herida tan grande como aquélla, que es hurgada continuamente, es una espada de Damocles pendiendo sobre cada uno de nosotros. No es casual la actual política de desenterrar muertos, pues la corriente de que hablo no es una exageración sino una evidencia para el sentido común.
Según éste, si las ya difíciles condiciones socio-económicas se agravan, y los despropósitos políticos en inmigración, sanidad, educación, pensiones, y pactos con violentos van a más, el clima de enfrentamiento engordará con ‘efecto de bola de nieve’.
Por lo anterior deduzco que la posibilidad de que Sánchez sea investido es muy alta. Porque si los agitadores como él han sido llevados tan alto que ese fantasma de la guerra no sólo recorre España sino Europa entera, el desenlace no debe andar muy lejos. Lo que está claro es que éstos son momentos críticos en los que dos visiones del mundo se enfrentan:
Una es renovadora en la continuidad con la tradición; y la otra, la de Sánchez, es rupturista y anárquica, porque a un árbol se le conoce por sus frutos y la destrucción del sistema se va viendo como la única cosecha de su mandato.
Con él colaboran activamente (además de los violentos) Iglesias y Rivera. El de Cs entró en política con una mano delante y otra atrás (aunque en la famosa foto tenía las dos delante), y desde entonces no hemos sabido si prefiere el pescado o la carne. Esto, que es difícil de tragar para un español, en estos momentos reviste tintes dramáticos. Si se nos atasca ese bocado nos podemos ahogar.
Ha surgido la necesidad patria de frenar la descomposición a que nos aboca Sánchez. Y en el tronco originario ha aparecido un brote llamado España Suma. Solamente la alta traición de Rivera podría frustrar la necesaria germinación de ese brote benéfico. Las funestas consecuencias de otra decisión turbia de Rivera en esta cuestión de estado, serían totalmente imputables a él, Macrón y compañía. Dios no lo permita.  

*Etimol. proviene de Sánch-ez, hijo de Sancho. Un antepasado suyo pudo cambiarse de "género"; así, de Sancha, Sánchaz

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