BELTRÁN

 

Beltrán nos ha introducido en la Comunión de los Santos

Hoy se enterró Beltrán, uno de los ‘seises’ de Toledo. Su blanca caja al pie del altar argumentaba por sí sola nuestra fe. Vi su carita en FB ¡qué salao! ¿cómo se le podría explicar a los suyos su muerte? No hay más consuelo en esos casos que el que da la esperanza de volver a verle… Y por una fe que posibilita ese consuelo merece la pena dar la vida, merece la pena sacrificarse por una fe que da sentido a cualquier dolor de la existencia; y como en estos tiempos está la fe tan seriamente amenazada, urge mostrarla al mundo, urge ser testigos de esperanza; aunque duela.

Ayer fui de compras; de camino, paré en el súper alemán que hay al lado de Merkadona, para ver qué herramientas tenían, pero me encontré con la sorpresa de que esa mercancía no estaba en venta por no ser ‘esencial’; yo pensaba que aquella anomalía ya había quedado atrás, y me quedé perplejo; y en el almacén de brico de Olías otro tanto, pasillos precintados y ni un alma comprando… como en marzo de 2020, pero esta vez sin avisar; y sin un por qué. El caso es que aún estábamos despidiendo a Filomena cuando se presentó de nuevo Pandemina, y más furiosa aún, si cabe. 

Media España habíamos estado dos semanas de confinamiento forzoso por causa del hielo; si el dichoso virus se incuba en diez días, y tan sólo llevábamos dos semanas de libertad callejeante -y con la atmósfera más purificada que nunca- ¿cómo es posible que ya estuvieran colapsados otra vez los hospitales?… Ciertamente, seguimos sin poder tener la más remota idea de lo que está ocurriendo.

Por una parte, se nos dice que el virus vuelve a azotar a toda España, pero, por otra, hay diarios que salvan a Cataluña, junto con Asturias, Cantabria y la región vasca. En este caso, como en todos, la confusión es muy interesada: “A votar, se ha dicho” ¿Por qué, no es peligroso? ¿A qué tantas prisas y conejos en chisteras, como el tal “efecto Illa”? Y lo de las vacunas otro tanto; ese cuento de que la gente se pelea por ellas… y el otro de que la UE riñe a las farmacéuticas por no servirlas… Y venga la Prensa a disparar datos que no dicen nada: "5453 contagios y 495 muertos…", pero ¿y qué? ¿acaso somos todos los españoles registradores de siniestros? Y a la par que nos aturden intencionadamente, nos ocultan los datos que sí son ‘esenciales’, o nos los sueltan a cuentagotas y por sorpresa… De hecho, lo que cuenta la prensa es puro impedimento para conocer la verdad; y sólo leyendo entre líneas logra uno enterarse de algo. 

En el caso de Cataluña, una lectura entre líneas sería la siguiente: Sánchez tiene una mochila de descrédito que le aplasta, y como consecuencia tiene que pelear una a una las vacunas que pone, y aún así no le salen las cuentas. En el circo que ha montado a ese fin, los payasos van de luto y no hacen gracia; e Illa, por su parte, tiene miles de familias persiguiéndole. Y con esto tienen que lidiar los líderes y la prensa: con un magma social efervescente, con una olla hirviendo de la que salen a borbotones la perplejidad, la pena y el enfado.

Así que, “Rápido, rápido” –le han dicho a Sánchez- llévate al mini-mini (el ministro minimizado, como su propio apellido indica) a Cataluña, que ya casi es nuestra, que allí lo levantaremos nosotros como un héroe (con fraude electoral, claro) y tú saldrás fortalecido… y así ya podrás pinchar a tutiplén, que de la Habana está ya saliendo una flotilla de barcos cargaditos de ampollas, y los indómitos españolitos dormirán “ad aeternum”...

Por eso ERC votó contra el PSOE en lo de los fondos europeos, porque había que escenificar la fractura del pacto de la vergüenza ante esa mayoría silenciosa y culta de españoles que no se dejan someter, y calmarlos de paso con unas gotas de “el PP por fin hace de oposición y vota No”. Y junto con eso, para que tanto NO no hiciera peligrar la Carta de Ajuste 2030 de “Vacuna+5G”, se usó el as en la manga de la abstención de VOX, que, ya está visto -¡qué pena!- es uno más del paripé.

Y si con el ABC se saca algo en claro al leerlo entre líneas, para lo que nos cuenta El País sólo hace falta ponerlo del revés. Hoy ha dicho que la vicepresidenta Calviño, nuestra voz respetada en Bruselas, y Sánchez (junto a su consejero De la Rocha) figurarán en la cúspide, pero no serán ellos quienes finalmente corten el bacalao de los fondos, sino que lo hará Mercedes Caballero, una desconocida de, al parecer, “muy fuerte personalidad”. De todo lo cual hay que entender que la tal señora va a ser el rudo cortafuegos que bajará los humos a los indignados una vez que los dineros fluyan y sean desviados arbitrariamente y sin control alguno a donde manden sus dueños, pero será el señor De la Rocha Vázquez, del que se quiere apartar nuestra mirada citándolo entre paréntesis, el verdadero ejecutor de los deseos de Dondín, ubicando y asegurando los nudos de la red con la que se nos quiere pescar.

Deduzco que los méritos de este asesor son haber cedido su don de gentes al mejor postor. Estudió Empresariales –una carrera de tres años, como Magisterio- en la Autónoma, e hizo una especie de tesina al curso siguiente. A continuación ¡pásmense! fue admitido en una de las diez universidades más prestigiosas y elitistas del mundo: la Columbia, en pleno Manhatan, cuyos estándares de admisión están sólo al alcance de los genios o de los hijos de magnates. ¿Quién le costeó esos tres añitos entre la crem de la crem?...

Regresó en el 2000, recién decretada la ciber-revolución mundial “por motivos de seguridad”, y le fueron formando en instituciones públicas o semi, de política económica ‘internacional’, barnizando y puliendo su innata capacidad para camelar.

¡Síí, Pedro, síí, pero piensa que...!

Y al cumplir los cuarenta lo metieron en el ICEX (comercio exterior), advirtiéndole de que estuviera preparado para cuando le ordenaran entrar en acción.

Su padre, del PSOE, es abogado (de un bufete colectivo, o sea, que no es un letrado brillante y que tiene además ‘otras ocupaciones’) y ya se sabe, de tal palo… el niño Pa.lo.Al.to. El Sr. deRocha senior, de 70 años, fue formado en política junto a Bono (de su misma edad), y Peces Barba, entre otros, por grupos cristianos del tardo-franquismo que colaboraron activamente para debilitar a Franco. Todavía en el 76 llegaron a mi Instituto, de Oviedo, jóvenes de la rama estudiantil de la Acción Católica, la JEC, a ofrecernos un itinerario formativo, consistente en la ‘revisión de vida semanal’ según el famoso “ver, juzgar y actuar”, que transmitía una religión eminentemente social, con una gran carencia espiritual.

En la vida cristiana se hace necesario superar tentaciones para crecer. El resumen de todas ellas es pensar que Jesucristo no es en realidad un hombre Dios resucitado que te acompaña todo el tiempo y te garantiza el éxito. Cuando esa duda hace presa en ti y pierdes la firmeza en la fe (caes en-fermo, no-firme) sucede a menudo que extiendes la mano a remedios que ‘pone a tu alcance’ el dinero, el enemigo de Dios. Y es fácil caer enfermo cuando no se tiene una vida fuerte de oración, de diálogo con el amigo que nunca falla. Da igual por qué caminos ande un cristiano, que como le falte oración va a terminar sintonizando con los que sólo confían en el dinero.

Toda herejía es siempre, de una forma u otra, una negación de la divinidad de Jesucristo. Por eso ahora, en que la tecnología digital está siendo deificada, y está siendo tan fuerte la presión sobre la visión del mundo cristiana, urge dar un testimonio claro y distinto de nuestra fe en el Dios hecho hombre, que resucitó, y está con nosotros hasta el fin de los tiempos. Y aquí no valen componendas con el mundo; fe es lo que hace falta para salvarlo; fe pura y, si hace falta, dura. Para levantar el dedo ante la gran asamblea del mundo poniéndonos de parte de Dios. Porque si fallan los cimientos ¿qué podrá hacer el hombre? ¿quién resistirá si nos lograran separar del amor de Dios? Pero contra el hambre, la desnudez, el peligro o la espada, vencemos fácilmente por Aquel que nos ha amado.

Y todo esto lo escribo para que cuando nos toque enterrar a otro Beltrán no nos aflijamos como hombres sin esperanza, y podamos consolarnos mutuamente con la certeza de que, después de un poco de tiempo de prueba, nos espera la patria definitiva, en la que gozaremos eternamente en compañía de todos los que con corazón manso acogieron al Señor.

Por ahí no, hijo, por tu bien te corrijo, y públicamente por el bien de tus hermanos.