VIVIR EN PAZ CON EL DOLOR

La paz está preñada de regalos: buenas ideas, buenos sentimientos...

Celaya compuso “La poesía es un arma cargada de futuro”, y Miguel Hernández escribió: “¿Quién puede encerrar una sonrisa?, ¿quién puede amurallar una voz?”. Ciertamente, la palabra bien usada es poder. Intentaba yo ‘empoderar’ a los chicos cuando propuse en el Instituto un taller literario en los recreos, porque me daba pena ver cuán pobres de lenguaje están la mayoría de ellos por falta de adiestramiento. Como docente tengo una responsabilidad moral hacia mis alumnos, de darles lo que creo que es lo mejor para ellos, siempre y cuando no vaya contra las normas; y como ciudadano sale de las aulas mi responsabilidad y por ella me planteé en su día hacer una plataforma de trabajo cooperativo, la que todos conocéis, la Fundación Fíate.

En esa iniciativa soñaba yo con conjugar los saberes académicos con los otros, más amplios, los que aprendes en la universidad de la vida, para fortalecer a los miembros más débiles de la comunidad educativa, a los que, por razones distintas, no llega bien la ayuda del sistema. En la constitución de una fundación se requiere elegir un grupo social concreto al que se dirige la ayuda, y en nuestro caso, para poder abarcar más, usamos una denominación genérica “alumnos con trabas especiales”, que incluía a quienes tuvieran alguna dificultad adaptativa de las descritas en vademécum al uso, pero también a quienes simplemente les costaba centrarse sin saber muy bien por qué. 

Particularmente, yo esperaba poder echar una mano en un terreno en el que creo tener algo que aportar, por mi formación y mi experiencia, atinando en casos donde el sistema u otros profesionales no aciertan con el resorte a pulsar. Una evidencia para los que trabajamos en el campo asistencial es que el entorno familiar explica muchos desajustes. Por esa razón, cuando estábamos con el lanzamiento de la Fundación, propuse a los patronos crear paralelamente una asociación que atendiera casos de personas enfermas que no estuvieran recibiendo la atención médica necesaria. Porque en esos casos, de haber menores en la familia, éstos estarían soportando “trabas especiales” difíciles de detectar en muchos casos.

Hoy cobra extraordinaria actualidad esta situación. Salta cada poco a la palestra el problema de falta de atención que están padeciendo muchos de nuestros enfermos desde hace un año. Y en cada uno de esos casos, puede haber menores seriamente afectados. Si a eso le sumamos la morbilidad que trae la inestabilidad de sus entornos y el aislamiento impuestos, tenemos un caldo de cultivo espeso para potenciales beneficiarios de la acción de Fíate.

Pero las autoridades siguen ignorando a Fíate ‘por no ser de fiar’, qué paradoja. Tratar a los chicos con naturalidad, con alegría y confianza, es abonar el terreno para superar cualquier problema escolar, y por esa sencillez –de eficacia contrastada- los amigos del dinero han echado una montaña de estiércol sobre la fama de Fíate, para que nadie se acerque. “Nadie sospechará de nosotros; a la gente no le extrañará que ‘algo tan natural’ no sea más que puro excremento”; ¡qué astutos son los hombres mundanos!

Sea como sea, todavía estamos aquí. Y hoy me ha parecido oportuno hablaros de esta Asociación, sin ánimo de lucro, que está también para ayudar a los castellano-manchegos. Si alguno está interesado en sus servicios puede contactar con nosotros llamando al                                           

                                           663 564 865

y con mucho gusto le atenderemos. Un cordial saludo.

Es momento de aunar fuerzas