VIOLADOR

Isabel no es una líder de cartón-piedra sino una persona corriente; savia nueva, lo que quiere la gente.  Funcionó con Rivera, que saltó a la fama posando desnudo; funcionó con Iglesias, que llegó a Moncloa  metiéndose la camisa en los pantalones; y funcionará con Isabel Díaz, que es una tía normal. Y punto.
El ABC ya la ha elegido como modelo de gobernanta. Este viejo lobo del periodismo no da puntada sin hilo, y ha dedicado un gran reportaje en páginas centrales del semanal XL a esta señora; más que reportaje, semblanza de telenovela; un relato lleno de tópicos, medias verdades y añagazas; un cuento de hadas para camelar. 
Partimos de la base, simplificando el asunto, de que prensa y políticos siguen el guion dictado por un siniestro acaudalado (o varios) que tiene un plan para gobernar el mundo; 'un señor' que está como Mateo con la guitarra con su juguete digital, 'la video-consola que lo puede todo'; y que lógicamente tiene prisa por ponerla a funcionar y hacer realidad su sueño de poder. El tal señor, eligió para ejecutar su plan la más directa de las propuestas que le hicieron  -la 'vía pandemia'- aunque tuviera un riesgo muy alto de siniestralidad. Y se aseguró de que todos los países estuvieran  en el plan; incluida Rusia, no faltaba más. 
En España había que salvar el escollo de una cultura tradicional más arraigada que en otros países modernos; una cultura familiar más asentada; unos lazos sociales más fuertes; y una vivencia de la fe católica superior a los países de su entorno. Por eso el trabajo previo aquí ha sido más farragoso que en otras partes (véase La Demolición, de Rosa Díez): Ariza empujó al gobierno legítimo de Rajoy al barranco; Rivera e Iglesias reventaron el bipartidismo; las redes secuestraron la mirada crítica del personal; etc. etc. Finalmente España lleva cuatro o cinco años con un gobierno de gente bastante mediocre, cuya utilidad para el proyecto consiste principalmente en su falta de escrúpulos. 
La presidencia de Sánchez forma parte del juego sucio de nuestro megalómano 'señor'; es un muñeco que obedece. Siempre con alguien que, al alimón con los medios, le dice lo que conviene hacer; a él le toca sólo poner 'el rostro'. Con su arsenal propagandístico fracturó a España empoderando a separatas, indepes, mujeres ansiosas y oportunistas como Iglesias y Rivera. En redes, TV y prensa se hizo de Rajoy el fantoche de feria contra el que disparar la mala uva, cuando estaba currando a fondo la sutura del descalabro que nos dejó Zapatero; y un 'juececillo' corrupto le dio la puntilla auspiciado y auxiliado por los medios. Al día siguiente de la prevaricadora y tóxica sentencia Gürtel, se pusieron a a tratar de la Moción como si de vida democrática normal se tratara, y a hablar del ilusionante futuro del PP sin Rajoy [*pero como antes había que dejar a Sánchez destrozar España, pusieron a Casad(it)o en la oposición -chivo para expurgar nuestros malos humores- y a VOX para armar lío y despistarnos]. Y cuando la mofa encumbró al Doctor Pedro los medios se tiñeron de rosa, dando bombo obscenamente a su gobierno-glamour y otras veleidades por el estil; y mientras tanto, en la sombra de un búnker, Mr. X sonreía de lado con destellos de oro. 
Pero los creadores del siniestro 'videojuego' real, conscientes de que un político tan mediocre tenía un techo bajo, al tiempo que lo alzaban ya pensaban en su caída.
Hecha jirones la democracia española con el cambiazo de gobierno, entramos en la época del trampantojo democrático -'que parezca como'- guiados por un dizque doctor nada fiable. Su gobierno -con la connivencia de la cámara- preparó dos Estados de Alarma inconstitucionales, que atribuían poder a los barones en contra de lo establecido en la Ley de Alarmas. Con ese avasallamiento de la Ley Suprema se iba a perpetrar el desmantelamiento del tejido empresarial español. Y ya de paso, aprovechando esa obscena brecha abierta en la Ley, una 'mosquita muerta' iba a poner en ella el huevo del que saldría la continuidad de la alta traición al Estado de Derecho. Disfrazada de heroína que acaba con el villano, Díaz, a sabiendas de que la Ley de Alarma no se lo permitía, disolvió la Asamblea de Madrid; dejó que la Prensa la encumbrara; se la lió parda al pobrecito Casado; y finalmente extendió la alfombra a Núñez; para que éste, con nocturnidad y alevosía, implantara en España la nueva normalidad, la cárcel digital en la que Mr. X nos quiere encerrar de por vida. 
Ahora  mismito, en este Acto ucranio de la farsa, a punto de rematar a los últimos autónomos mediante la manipulación de la economía, con la faena del derribo prácticamente terminada, maquillando apresuradamente los flecos de las faenas pandémicas para salvar la imagen de las instituciones (como si traicionar la CE hubiera sido robar una gallina), le va llegando el momento al elegido. El pueblo, con el cerebro hecho papilla y el corazón embotado, ya no alcanza a ver más que lo puramente externo de lo que de verdad está sucediendo; y tragaremos con Núñez.
En Madrid y Milán empezó lo del Covid, y cuesta creer que la Presidenta madrileña no estuviera en el vértice del lanzamiento de la fasepidemia del plan. Antes de que nadie sospechara que esta señora iba a poner patas arriba a su Comunidad y con ella al Estado entero, algunos la observábamos ya con inquietud, por esa comprometida cercanía de su cargo con el epicentro de la tormenta. Y la víspera de su irrupción estelar en escena, que como un dominó cambió la escena política nacional, desde la desaparición de Iglesias hasta la de Casado, yo colgué en mi muro una foto suya mostrando su extraordinario parecido con una famosísima mujer fatal ¡vaya puntería!
Inexpresiva, impenetrable, fría, reunía todas las condiciones para ser la artífice principal del plan, la artificiera que hiciera volar la España eterna... luego los asesores la vestirían de rojo caliente para despistar.
Madrid es una plaza complicada, en la que confluyen muchos intereses, y la historia reciente muestra que sus presidentas dejaban mucho que desear en cuanto a honestidad y virtud. Y ahí auparon -discípula aventajada- a Díaz, para manejar, nada más llegar, nada menos que el polvorín-covid. ¿Qué cualidades tiene esta mujer para haber sido elegida para ese trabajo?
El ABC elogia en ella su normalidad, y le concede a esa categoría un plus de idoneidad para el cargo que por lo mismo le negó siempre a Casado. De esa cualidad hace este periódico un mérito para gobernar. Pero algunos de los rasgos biográficos que aporta el decano de los diarios en edición dominical han sido retocados.
De igual modo que Alberto Núñez Feijoó es 'el nieto de Eladia, la panadera', Isabel Díaz Ayuso es 'la nieta de los del bar "La laguna", de Sotillo'. De sus padres, como de los de Núñez, sólo sabemos que no aparecen en la biografía; y que el padre de Isabel, muerto prematuramente, debió de dejarle en herencia a su joven hija una herida grande en el alma. 
Intrigado, y como Sotillo iba a ponerse de moda, aproveché un rato libre y me acerqué a conocer el pueblo. Después de darme una vuelta por sus calles, recalé en 'La laguna', ese referente en la vida de esta líder, del que dice el ABC que más que un bar era una casa por la que pasaba todo el mundo, abierta de par en par de pura hospitalidad. Resonaban en mi cabeza estas palabras cuando, tomándome una cerveza, me entraron ganas de aliviarme; allá que me fui, y estando en ello entró otro cliente que dejó la puerta abierta y a mí en plena faena de 'a pie' a un metro del pasillo, y justo cuando pasaba por delante una joven empleada de raza negra, muy oronda, que a voces y con gana de murga comunicó en la barra que la puerta del aseo estaba abierta; entonces, como no le hacían caso (tal vez porque no era ninguna novedad) ella insistió, y tanto lo repitió la mucama que terminó suscitando una respuesta tan jocosa y picantona como parecía ella misma, con lo que vino a ponerse la guinda a tan festivo lance. 
En fin, el bar hace esquina y ya se sabe que casa con dos puertas mala es de guardar, y por otro lado, también se sabe que una taberna no es el mejor sitio para educar niños. 
Sea como fuere, Isabel no debió de tener una infancia serena, condición esa tan deseable para crecer sanos y seguros. Parece que le faltó lo más importante, unos padres a su lado, apoyándola. Y ya con esto empezamos a ver la normalidad que ensalza el ABC en esta líder, que viene a ser la nueva normalidad que sustituye a la antigua: No tener padres y (al decir de la reportera Laura L. Caro) crecer teniendo al lado tan solo a un hermano; tan carente de afecto como ella, tan herido como ella; y del que se apartó, obviamente, en cuanto pudo, con locas ansias, seguro, de encontrar 'algo' que diera sentido a su vida.
Soltó ese único vínculo familiar con tan solo 22 años, y contrajo matrimonio a los 27, para divorciarse cuatro años más tarde. También a los 27 entró en Nuevas Generaciones del PP. Se fijó en ella el Consejero de Interior y por medio de él Esperanza Aguirre. Tampoco en esto tuvo suerte Isabel; primero porque los políticos que llevan Interior suelen ser poco refinados, y segundo, porque Esperanza Aguirre era una pieza -recuerden que una vez que llegó a la Presidencia, firmó con un magnate del vicio poner un 'Las Vegas' en Madrid e hizo mutis por el foro; y para remate, al frustrarse aquel negocio volvería con aires de diva a reclamar su puesto- y la pobre Isabel cayó en su red; bueno... digamos pobre porque la pobre no sabía muy bien lo que hacía. En esos nueve añitos a la sombra de Esperanza se hizo rica, se divorció, y aprendió lo que una maestra torcida puede enseñar. 

Hay una lógica tremenda en el comportamiento humano, según la cual las decisiones que tomamos conforman nuestra visión del mundo... eso de que 'si no vives como piensas acabarás...' Recuerdo una película tremenda en que matan a un hombre delante de su hija y luego a ésta la violan. Años después esa víctima tiene la ocasión de vengar la muerte de su padre y su propia afrenta, pero en su sicología, deformada con el tiempo por la ausencia de Dios, el violador pasó a ser un varón deseable, y en el momento de la venganza sucumbió a sus encantos. Lógico según el código del mal, que trastoca las mentes después de embotar los corazones. Y no hay más que dos caminos. Todos estamos heridos, todos 'hemos sido violados', y necesitamos amor para curarnos. Y si no tenemos amor y no lo buscamos, escuchando la voz de nuestra conciencia, nos adentramos en la selva de nuestras pasiones y apetitos, de la que sólo un milagro nos puede sacar. 

Cuando Díaz tenía doce años triunfó 'Violator', un disco del grupo Depeche Mode, y la banda vino a Madrid el 7 de noviembre de 1990 con su gira "World Violation Tour". En el 92 grabó su octavo disco en Madrid, por lo que estuvieron viviendo una larga temporada en La Moraleja. Frecuentaban a diario los pubs de la movida hasta altas horas de la noche,  mientras Isabel vivía en Chamberí con su hermano y tenía 14 años. En ese momento de su vida algo debió de perturbarla, algo que no la dejaba concentrarse en el estudio, y una chica lista como ella tuvo que repetir 1º de BUP. En la carátula del disco que lanzó al grupo a la fama aparece una rosa partida en dos, simbolizando el final de la (pureza) inocencia que supuestamente iba a acontecer al que escuchara las canciones contenidas en el álbum. Por alguna razón que no sabemos, la joven Isabel decidió en su momento tatuarse esta rosa partida por la mitad en el interior de su muñeca.
A Isabel le pasó algo que la hirió profundamente y no hay indicios de que esa herida haya sido o esté siendo atendida. Puedo saber esto porque yo mismo he pasado por un proceso de curación de una herida grande y sé que es incompatible con una carrera como la que está haciendo Isabel, una carrera a lo loco... y a la nada.

Volviendo a su carrera, tras esos nueve años aprendiendo de Esperanza Aguirre, entró a formar parte del equipo de Cristina Cifuentes; otra mujer política que decepcionó a la base más estable del Partido Popular, a los que vieron con horror su respaldo a la mentalidad anti-vida dominante. En esos momentos ya volaba alto nuestra Isabel, y desde entonces hasta ahora no dejó de avanzar por ese camino errado que la llevaría a perpetrar el más salvaje atentado al honor de los españoles "al cerrar Madrid a cal y canto,/ convertirlo en campo-santo/ y pactar con Pedro Sánchez una burla, y un asalto,/ a la Ley que costó tanto.

En resumen, que nada bueno nos puede traer esta líder, distinguida por el Amo aunque no por lo que tiene, sino por lo que no tiene... por ser 'una tía del todo normal', de la normalidad de ahora, en la que brilla por su ausencia la pureza, la verdad, y la belleza. 

























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