CATOLICOFRÉNICOS

Yo, pecador, me confieso a Dios Todos nosotros, aunque parezca mentira, nos estamos jugando la Vida. Todas las fricciones y luchas que tenemos son la concreción de la batalla entre las potencias del Mal y los partidarios del Bien en que tomamos parte. El deplorable espectáculo de la política y la confusión endémica en todas las esferas de la actividad humana, son expresión de la virulencia de ese gran combate. Y la Iglesia está llamada en él a ser protagonista principal; aunque aun no se haya dado cuenta. En España, mayoritariamente, hay continuidad de acción en las últimas décadas. Hay una presencia fuerte de la Iglesia en los sectores clásicos: Cáritas, Vida Parroquial, Beneficencia, Asociaciones... Y luego hay también un movimiento nuevo en dos líneas: 1-Se avanza en la modernización de los métodos de apostolado, con especial énfasis en la incorporación a las TIC. 2- Se extiende -por corrientes privadas, a menudo vinculadas a videntes- la convicción de que el mal ha llegado tan alto...